CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO

¿Por qué los jóvenes se quitan la vida? Capitalismo y salud mental

Por Marlon Javier López

COMENTARIO PREVIO DE OSVALDO BUSCAYA.

a) {La salud mental de los jóvenes en la sociedad actual es motivo de creciente preocupación. El suicidio de acuerdo a la OMS es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes. Ello no es casualidad; en el mundo contemporáneo los jóvenes se ven sometidos a una presión constante para alcanzar el éxito económico y social. La promesa de “salir adelante” en un contexto de desempleo y precariedad laboral genera una competencia feroz y una sensación de inseguridad en el futuro. Esta constante lucha por la supervivencia económica se traduce en altos niveles de ansiedad, preocupación y angustia en la vida de los jóvenes.}

Pues. inevitablemente todos deberemos integrarnos al experimento mundial, que integra verdad y mentira siendo notable el condicionamiento en la estructura involucrada en un control con finalidades especificas en el desarrollo biológico y mental de la población mundial; Lo experimentado como civilización nace en una dinámica, que atribuyo en el hecho de estar todos, en un “laboratorio” en una convivencia común con las peculiaridades de las especies animales vivas. En ese orden convivimos todos en nuestro habita del planeta. En esta evolución del “laboratorio” común milenario, en sus distintas áreas, hoy, está totalmente integrado con sus más de 8.000 millones de “simios evolucionados” en sus peculiaridades de desarrollo intelectual y técnico logradas a partir del tallado de rocas, para utensilios y armas llegando al actual predominio, que determinamos científico en el desarrollo Copérnico, Darwin, Freud, entre otros. El control del “laboratorio” dentro de las especies, no lo tendrían los insectos, las aves, los roedores, etc., sino nosotros los “simios evolucionados”. Ahora bien, dentro de los bonobos mucho menos agresivos que el chimpancé, considerado un animal pacífico dispuesto a cooperar en el “laboratorio”, podemos obtener resultados, como individuos sociables y amigables aparente clave dentro de las sociedades humanas para trabajar en armonía a gran escala.

b) {Un sistema, impulsado por su búsqueda constante de ganancias y acumulación de riqueza, contribuye significativamente a la ansiedad, la preocupación y la angustia de los jóvenes, fomentando además la degeneración, la violencia, las políticas autoritarias y, en algunos casos extremos, el suicidio. Es fundamental abordar estas cuestiones y buscar soluciones que promuevan un sistema social más equitativo y humanitario que priorice la salud mental y el bienestar de todos los miembros de la sociedad. Un nuevo consenso que priorice el bienestar de las personas, la satisfacción de las necesidades básicas, en lugar del despiadado ciclo de reproducción del capital.}

Pues, a partir de Freud comprendemos, que nosotros los “simios evolucionados” estamos regidos por el inconsciente donde lo habitual en nuestra actividad es fácilmente la regresión al mismo; un inconsciente que no reconoce limitaciones en satisfacer su placer. Es decir, que la aparente personalidad de “simios evolucionados” en los “científicos actuales”, inscribe en los mismos una disimulada conducta que les permite con su lenguaje, manejo de estructura científica utilizados como armas, transformados en el lenguaje común en “simios regresivos con navaja”. En el lugar del poder mundial total hoy, toda pretensión de poder coordinar, complementar, con los representantes “simios regresivos con navaja” de esta situación programada, sería estar apartado de la realidad mediante sus contradicciones. Nunca deje de considerar que el holocausto era y es latente: Hoy, el poder total planetario les permite encubrir y manipular enredando con el discurso ya no solo la verdad y la mentira de lo denominado científico, sino el diseño condicionante de una psicosis planetaria. La elemental semiología psicoanalítica contundentemente, nos expone una precisa situación psicológica de estos actores que, imponen independientemente de su finalidad, un condicionamiento y manipulación que no conoce antecedente en la milenaria civilización al tener control y poder totalmente mundial. Mediante la indiscutible posición científica basada en la cultura y educación desarrollada a partir del Siglo XX, el ----- no sublimado simio ----- evolucionado les permite determinar en este campo planetario, el determinismo y carácter de un cerrado orden que conocemos en una institución psiquiátrica con sus pacientes.

No encuentro la forma de adaptarme a la situación actual.

Percibo una sociedad extraña a mi interés de proseguir en la misma.

Una angustia ante mí imposibilidad de encontrar un sentido frente a esta percepción.

¿Cómo seguir?

Despertar en su comienzo, es por las mañanas, una incertidumbre general en un repaso de sucesivos recuerdos, enlazados con el presente sin futuro.

¿Cómo seguir?

Correspondería que, quienes se adjudican representar el psicoanálisis en el orden mundial y local, evaluar el proceso iniciado en el programa del poder global sobre la masa planetaria en el Siglo XXI.

La revolución configurativa en el Siglo XXI

Osvaldo V. Buscaya (1939)

Psicoanalítico (Freud)

Octubre de 2023

Buenos Aires

Argentina


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¿Por qué los jóvenes se quitan la vida? Capitalismo y salud mental

Actualizado el 9 de octubre de 2023 / Por Marlon Javier López


En recientes días, El Salvador se ha visto sacudido por una serie de hechos trágicos en los que jóvenes estudiantes han decidido poner fin a su vida. Estos eventos son un recordatorio escalofriante de la urgente necesidad de abordar la salud mental de los jóvenes en nuestra sociedad. Sin embargo, debemos resistir la tentación de convertir el problema en un asunto de responsabilidad individual, pues hacerlo invisibilizaría las amplias fuerzas sociales que conducen a los seres humanos a la desesperación y al suicidio.


Un argumento común que surge en tiempos como estos es la noción de que “solo cada persona sabe lo que está pasando”, sugiriendo que las luchas internas y la angustia son cuestiones exclusivamente personales. Sin embargo, esta perspectiva es limitada y peligrosamente simplista. Lo cierto es que las condiciones externas pueden ejercer un impacto significativo en la salud mental, y es nuestro deber explorar estas influencias sociales y económicas de manera crítica.


La salud mental de los jóvenes en la sociedad actual es motivo de creciente preocupación. El suicidio de acuerdo a la OMS es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes. Ello no es casualidad; en el mundo contemporáneo los jóvenes se ven sometidos a una presión constante para alcanzar el éxito económico y social. La promesa de “salir adelante” en un contexto de desempleo y precariedad laboral genera una competencia feroz y una sensación de inseguridad en el futuro. Esta constante lucha por la supervivencia económica se traduce en altos niveles de ansiedad, preocupación y angustia en la vida de los jóvenes.

El capitalismo, en su búsqueda insaciable de rentabilidad es incapaz de satisfacer las necesidades humanas más fundamentales,reduciendo a los individuos a meros engranajes en la maquinaria de producción y consumo, lo que resulta en la alienación y pérdida de autoestima. Los jóvenes se ven obligados a “medir su valor” principalmente en términos de logros económicos y sociales, lo cual socava su autoestima y perpetúa un estado de insatisfacción constante.

Además, como es bien sabido, la lógica interna del capitalismo necesariamente conduce a desigualdades económicas extremas, lo que aumenta la desesperación entre los jóvenes. Aquellos que no pueden acceder a oportunidades económicas o que enfrentan barreras estructurales (desafortunadamente la mayoría) se sienten atrapados en un sistema social que no les ofrece una salida. Ello conduce a la degeneración de sociedades enteras, lo que a su vez fomenta la violencia y la polarización social. Este escenario de degeneración social a su vez se traduce en marginación, estigma y una desenfrenada lucha sin sentido entre los estratos menos privilegiados. Ello conduce al surgimiento de políticas autoritarias y represivas que restringen la libertad individual y la expresión y se orientan en contra de grupos excluidos específicos.


Finalmente bajo el capitalismo se promueve un enfoque individualista, donde cada persona es responsable de su propio éxito o fracaso, borrando de este modo las profundas y amplias fuerzas sociales que conducen a la precarización y miseria de la vida de millones lo cual a su vez repercute en que los individuos excluidos interioricen un sentimiento de culpa y un sentido de abandono y soledad producto de la ausencia de apoyo comunitario. Lamentablemente, llegados a este punto, algunos jóvenes dejan de percibir esperanza alguna, optando por el suicidio como una forma radical de escape de lo que no pueden evitar interpretar como un infierno desalentador. El suicidio se convierte en una medida desesperada ante la falta de perspectivas, la alienación y la sensación de impotencia al cual el sistema capitalista conduce. Un sistema, impulsado por su búsqueda constante de ganancias y acumulación de riqueza, contribuye significativamente a la ansiedad, la preocupación y la angustia de los jóvenes, fomentando además la degeneración, la violencia, las políticas autoritarias y, en algunos casos extremos, el suicidio. Es fundamental abordar estas cuestiones y buscar soluciones que promuevan un sistema social más equitativo y humanitario que priorice la salud mental y el bienestar de todos los miembros de la sociedad. Un nuevo consenso que priorice el bienestar de las personas, la satisfacción de las necesidades básicas, en lugar del despiadado ciclo de reproducción del capital.